La Casa de Melilla en Almería, inició ayer una nueva actividad, consistente en conocer el patrimonio cultural, artístico en histórico de la ciudad en la que tiene su sede, Almería.
Para este inicio se eligió visitar los Refugios construidos durante nuestra Guerra Civil, para defensa de la población durante los distintos bombardeos a los que fue sometida.
Los Refugios fueron construidos entre los años 1936 y 1938, por la propia población civil, cavando bajo la ciudad, en piedra, metro a metro, hasta construir los casi seis kilómetros existentes de galerías, que recorren prácticamente toda la ciudad existente en la época, estando todos ellos interconectados entre sí.
Las más de cien entradas a ellos, fueron cegadas en el año 1.942. El Ayuntamiento de la ciudad, ha habilitado para la visita turística, el tramo que recorrieron ayer los melillenses de Almería, de algo más un kilómetro de longitud que transcurre bajo el Paseo de Almería, en pleno centro de la ciudad.
Para el inicio de la visita, el nutrido grupo de socios de la Casa, con su presidenta al frente, se dio cita en la céntrica Puerta de Purchena, donde se encuentra la puerta de acceso. Allí, lo primero que vieron los melillenses fue un video explicativo de la historia del momento en que se construyeron y algunos datos contados por almerienses que vivieron el momento, entonces niños, hoy adultos. La guía municipal, Srta. Rocío, dio, igualmente, algunas pinceladas de lo que se vería momentos después, indicando que las galerías se encontraban prácticamente igual que en los años de su utilización y ya, a bajar las rústicas escaleras que llevan a las galerías.
La estrecha galería, se encuentra dividida en zonas con bancos de piedra y separada una zona de otras por grandes contrafuertes que evitarían la onda expansiva caso de entrar alguna bomba en ellos y la avalancha de la multitud.
En distintos tramos, los melillenses se sentaron en los bancos para escuchar “in situ”, las explicaciones de Rocío, la guía municipal. Así paseando por la galería, se llegó hasta el final de la zona visitable, algo más de un kilómetro de recorrido, donde en encontraron con una rudimentaria “sala de juegos”, dotada de algunos juguetes de la época y un Hospital que tenía algunas camas de cemento y un quirófano. Este quirófano hoy se encuentra dotado con el mismo material e instrumental de la época de la guerra, ya que, según explicación de la guía fue donado por uno de los doctores que trabajó en él, una vez rehabilitado.
Como dato “anecdótico”, se tardó casi más tiempo en limpiarlo para poder ser visitado, una vez abierto hace unos años, que en su construcción, que, como hemos dicho, se hizo en un tiempo récord de dos años.
La salida estaba prevista por el acceso situado junto al Teatro Cervantes, muy cerca de donde se encuentra el quirófano, pero debido a haber sufrido un acto vandálico, la salida tuvo que realizarse por el mismo punto de entrada, por lo que los melillenses, tuvieron que deshacer el algo más de un kilómetro y subir la escaleras antes bajadas, para acceder nuevamente a la superficie, por la Puerta de Purchena, después de haber recorrido un trozo de la historia de Almería y comentado lo impresionante que debió haber sido entrar por aquellas galerías a oscuras y con los bombardeos sobre la ciudad.